miércoles, 21 de septiembre de 2016

El Diablo viste a la moda

por Ariel Aguilar von Kleist,xvi


Existe desde hoy una nueva propuesta para psicodrama:

Resulta que yo dije de la T.O. Daniela es la más elegante del equipo. Y Florencia, la Musicoterapeuta contestó: “Que nos estas queriendo decir a nosotras…” Habló por ella y por Macarena la profesora de gimnasia.
    Para sacarme la espina de la ofensa contra Florencia, se me ocurrió una genialidad (modestia aparte) para el taller de Psicodrama; aquí va:

                               En la escena hay tres personajes, Mefistófeles, Daniela y Florencia. A Mefistófeles lo represento yo, vestido todo de rojo, con  el tridente, la cola puntiaguda, los cuernitos y la barba candado tipo Dr. Galván. Entonces aparece Daniela en la escena Híper elegante. Florencia se va al Dot Baires Shopping; entra en los locales de ropa femenina, como ser (te invento algo como dice el Dr. Tonna)... Domenica, Cuesta Blanca, Valentino, Agarrate Catalina, Chiara, luego se compra cosméticos de Revlon y Maybelline New York; luego va a la peluqueria, se saca esa raasta harapienta, se hace un baño de crema y la planchita, y, finalmente aparece en escena. Se pasean Daniela y Florencia en medio del T.O. como unas divas...El diablo Mefistófeles las tienta, y se empiezan a mirar con envidia porque una está mejor vestida que la otra… a la última moda. Luego se agarran de las mechas y luchan revolcándose como las luchadoras del barro… y todo termina muy mal… quedan hechas un arapo… Mefistófeles se ríe con una carcajada maligna y dice: “Estas Chicas se creen muy lindas paro son unas chirusitas”... Y las pincha con el tridente y las arroja al lago de azufre y fuego y se queman para toda la eternidad. Luego el diablo termina arrojado al Averno y se pone a bailar con la brujita Silvita… Todo esto resulta espantosiento… Y termina la acción. El psicodrama.

El Dr. Tonna le aumenta la medicación a Ariel, pero el psicólogo Diego se pone de acuerdo con el Dr. Galván y le dan de baja y le abren un sumario administrativo. Y Ariel termina en la cárcel. Cuando piensa muy bien la obra que pergenió, y ve los grilletes que le colocaron los guardiacárceles, se arrepiente; pero ya es demasiado tarde y canta con voz melancólica: “Mi alma en pena está prisionera, más son tan bellas las cadenas que no ansía la libertad”... (Händel, Rodelinda, Aria de tenor).

Ojo! que esta genialidad no se le ocurrió a Shakespeare ni a Dostoievski, ni a Kafka, ni a Umberto Eco, ni a Saramago ni a Proust, ni a Borges, ni a Miguel de Cervantes Saavedra, ni a Tolstoi, ni a Hofmann, ni a Goethe, ni a Frastraslafra, ni a Juan Domingo Perón… No!...  se me ocurrió a mi que estoy completamente de la nuca… y bueno, asi es la genialidad: la lucidez y la locura están separadas por un velo muy delgado que cuando se atraviesa ya no hay retorno. A esta edad de 45 años me fallaron todos los filtros.


Dado en Florida Este, el 20 de Septiembre de 2016.

+     Imprimatur